Con la caída de Rosas en Caseros, ocurrida en febrero de 1852, comienza en el país una etapa de divisiones. La provincia se organizó en municipalidades cuya misión era administrar y guardar los intereses de cada una de estas jurisdicciones. Es así que, el 22 de mayo de 1856 se instala la Municipalidad de San Antonio de Areco, que queda a cargo del Juez de Paz Don José E. Martínez.
Una de las obras de mayor importancia que realizó fue disponer el tendido de un puente sobre el Río Areco que facilitara las comunicaciones entre ambas costas. Primeramente se le llamó «El Puente de los Martínez», para después tomar el nombre con que llega a la actualidad: El Puente Viejo. Todo hace suponer que toma ese nombre cuando se construye el puente de madera seis cuadras mas adelante río abajo y que se denominó El Puente Nuevo hasta su bautismo actual como «El Puente Gabino Tapia».